sábado, 8 de agosto de 2015

CRÓNICAS ANDROMEDANAS

Por Sara y Javier.

Después de meses sin poder ir de observación, ya llegó el momento, y el buen tiempo.
Al llegar estaban nuestros amigos: Paco, Antonio, Luis y Pepi, y Carmelo. Luego fueron llegando los demás.  Paco sacó un brebaje fresquito de zumo de naranja, y un bizcocho exquisito.

Luego, fuimos manos a la obra:
Empezamos la noche metiéndonos de lleno en los objetos Messier de la constelación de Escorpio.
-          Cúmulo de Ptolomeo (M7 o NGC 6475) es un cúmulo abierto muy disperso.  Su figura principal describe una H acostada, con dos alineaciones EW y una NS, donde se encuentran las estrellas principales. A partir de este esquema, se abren varias líneas de expansión, que duplican las dimensiones de esa figura y finalmente la rodean como una corona poco densa.
Observaciones al telescopio revelan unas 80 estrellas en un campo de 1,3º. La distancia a este cúmulo es de 800 a 1.000 años luz. La edad del cúmulo se estima en unos 220 millones de años. La estrella más brillante tiene una magnitud de 5,6.
A través de los binoculares pudimos observar como las estrellas que daban forma al cúmulo destacaban claramente. Respecto a su figura principal, nos pareció más una X que una H volcada.
-          Cúmulo de la Mariposa (M6 o NGC 6405) es uno de los cúmulos abiertos más brillantes y extensos, cuya disposición recuerda la imagen de una mariposa con sus alas extendidas.
De su velocidad radial, -11.50 km/s, y puede calcularse que se aproxima a la Tierra a unos 41.400 km/h.
La estrella más brillante del cúmulo es la estrella variable BM Scorpii, una supergigante amarilla o naranja que oscila entre las magnitudes 5,5 y 7.
A partir de nuestras observaciones pudimos apreciar unas 5 estrellas muy brillantes que aportaban la forma al cúmulo.
-          M4: es uno de los cúmulos globulares más cercanos en el cielo; de acuerdo con resultados más nuevos su distancia es de quizá solamente 7.200 años luz.
Con respecto a nuestras observaciones, pudimos apreciarlo a la perfección.
 -   M80: es un cúmulo globular  8ª magnitud. Su diámetro angular de 9’ correspondería, para una distancia de 36.000 años luz, a unos 95 años luz. El cúmulo se ve como una pequeña pero brillante bola redonda con un núcleo más brillante; el brillo de su superficie disminuye hacia las regiones exteriores.

En esta ocasión, no pudimos apreciar claramente dicho cúmulo, observándose excesivamente difuso.
También nos metimos levemente en la constelación de Sagitario:
 -      M24: no es un “verdadero” objeto celeste, sino una enorme nube de condensación galáctica dentro de la Vía Láctea, visible a través de un agujero del polvo interestelar. Se encuentra a una distancia aproximada de 11700 al y su magnitud es de 4.6.
Observado con los binoculares, dicho cumulo ocupaba todo el campo de visión de estos. Verlo fue todo un placer para la vista.
-          M25: es un cúmulo relativamente poco conocido, ya que no figura en el catálogo NGC, aunque más tarde fue incluido por Dreyer en su apéndice IC, por lo general de objetos débiles, aunque en realidad, no lo es.
Está compuesto, por lo menos, por 86 estrellas. Pueden observarse dos gigantes de tipo espectral M y dos de tipo G, de las cuales las de tipo G forman parte realmente del cúmulo, mientras que las de tipo M, no lo son.
La distancia que la separa de nosotros es de 2.000 años luz, mientras que su diámetro es de unos 23 años luz.
Al igual que el anterior su campo era enorme y se apreciaba a la perfección.
-          Nebulosa de la Laguna (M8 o NGC 6523): Uno de los rasgos más notables de M8 es la presencia de nebulosas oscuras conocidas como “glóbulos” (Burnham) que son nubes de protoestrellas con diámetros de unas 10.000 Unidades Astronómicas.
En el interior de la región más brillante de la Nebulosa de la Laguna podemos ver un rasgo notable de la misma, el comúnmente llamado “Reloj de Arena” en el que se produce una intensa actividad de formación de estrellas.
Sus estrellas más luminosas son 9 Sagittarii y HD 165052; ambas estrellas son  de tipo espectral O. Son sistemas estelares binarios y los principales responsables de ionizar y excitar la nebulosa.
Luis compartió con nosotros Albireo. Una estrella doble de la constelación del cisne. La primera de ellas se apreciaba naranja y la otra plateada. Una preciosidad que se contemplaba claramente a través de sus binoculares.
Luego nos fuimos a las dobles dobles de Lyra. A través de los binoculares de Luis pudimos observarlas, aunque  de forma tenue.
Después de observar tales preciosidades, nos sentamos en nuestras sillas a contemplar el cielo tan espectacular que nos brindaba la noche. Nos quedamos tan relajados que nos entró sueño y decidimos que era la hora de marcharse.
Fue una noche estupenda, con gente maravillosa y un cielo oscuro espectacular. Estamos deseando volver en Agosto.


Un abrazo a todos

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